Octubre Rosa: Detectar a tiempo salva vidas
- Dr. Vargas

- 26 oct
- 2 Min. de lectura
Mamografía y autoexploración: tus mejores aliadas contra el cáncer de mama
Cada año, el mundo se une en una misma causa: la lucha contra el cáncer de mama. Recordamos la importancia de la detección temprana, que puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo. Hablar de mamografía y autoexploración mamaria no es solo una cuestión médica, sino un acto de amor propio y de prevención.
La mamografía: el examen que puede salvar tu vida
La mamografía es una radiografía de las mamas que permite detectar cambios o lesiones muy pequeñas, incluso antes de que sean palpables.Es el método más efectivo para detectar el cáncer de mama de forma temprana.
¿Cuándo hacerla?
A partir de los 40 años, una vez al año, aunque puede variar según la historia familiar o factores de riesgo.
Si hay antecedentes familiares de cáncer de mama, se puede recomendar iniciar antes (desde los 35 años o incluso antes).
Importante: No hay que esperar a tener síntomas. La mamografía es una herramienta de prevención, no de diagnóstico tardío.
Mitos comunes:“La mamografía duele mucho.”La molestia es temporal y depende de la sensibilidad de cada mujer. El beneficio supera con creces cualquier incomodidad.
“Solo debo hacerla si tengo un bulto.”No, la idea es detectar lesiones antes de que se palpen.
“Si no tengo antecedentes familiares, no necesito hacerla.”Falso. La mayoría de los casos de cáncer de mama ocurren en mujeres sin antecedentes familiares.
Autoexploración mamaria: conocer tu cuerpo es cuidarte
La autoexploración es un hábito sencillo que permite conocer tus mamas y detectar cualquier cambio inusual. No sustituye la mamografía, pero es una herramienta complementaria muy valiosa.
¿Cuándo hacerla?:
Una vez al mes.
Idealmente, unos días después del período menstrual, cuando las mamas están menos sensibles.
En mujeres que ya no menstrúan, puede elegirse un día fijo cada mes (por ejemplo, el 1º de cada mes).
¿Cómo hacerlo?:
Frente al espejo: observa cambios en la forma, tamaño, color o textura de la piel.
De pie o en la ducha: con los dedos planos, recorre la mama en forma circular, desde el pezón hacia afuera.
Acostada: coloca una mano detrás de la cabeza y palpa con la otra, presionando suavemente.
Si notas:
Un bulto o endurecimiento.
Cambios en la piel (hundimientos, enrojecimiento o textura tipo “piel de naranja”).
Secreción o retracción del pezón.
Es momento de consultar.
🎗️ La detección temprana salva vidas
El cáncer de mama detectado a tiempo tiene altas probabilidades de tratamiento exitoso. La combinación de autoexploración mensual, mamografía anual y controles ginecológicos regulares es la mejor forma de cuidar de tu salud.
Recordá que: No se trata de tener miedo, sino de tener la información y actuar con prevención.



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